domingo, 21 de junio de 2009

DESDE TIEMPOS INMEMORIALES

Desde tiempos inmemoriales el Estado cultivo todas y de cada una de las ideologías que establecen los limites sobre el que los individuos que habitan en las sociedades no “deben” transponer. Son cercas o mallas que intentan contener el deseo primitivo de extensión al territorio de la fantasía que la humanidad desarrolla casi instintivamente para sobrevivirse desde épocas intemporales. Cualquier intento de subvertir dicho limite, cualquier negación de dichos parámetros, cualquier vestigio de rebeldía frente a esta realidad impuesta, reciben a cambio la represión de este régimen organizado. Un sofisticado método de domesticación intelectual y filosófica se impone dia a dia como un yugo sobre aquellos que ven al mundo y las realidades que el mundo transpira desde otros ojos. Aquellas personas o comunidades sensibles que buscan en la libertad la respuesta a sus cada vez más avasalladas dignidades, son rápidamente combatidas desde los medios instituidos del establisment. Todo aquello que tenga un sello distintivo o que su esencia este pulida y esculpida en la autenticidad sensible de las cosas trascendentes ,si resiste a los intentos de soborno o cooptación al que son expuestos, siempre es considerado cómo un “acto subversivo o peligroso”. Un asesino poderoso puede fácilmente ser transformado en una “victima “ de su irracionalidad o invitado por el poder para pagar su falta. Volver al rebaño admitiendo la culpa es la demostración palpable de las bondades del sistema. Un artista o un vidente que desde su individualidad intenta romper la barrera impuesta de su soledad ante los otros, es tildado de asesino, aquel que se atreve a decir lo que los otros silencian es proscrito como un virus sombrío de la estructura vigente. “Criminal” es crear respuestas distintas a las que nos acostumbraron. Ser violador no es el hecho en si sino lo que conlleva ser un buscador de aventuras etéreas, un fascinante buceador de sueños, un vagabundo que se ahoga en los campos de lo desconocido, un mago, un malabarista de realidades inhóspitas, un fugitivo, un ladrón. Alguien que se conmueve con los latidos que percibe en el alma de los “otros”. Siente y serás condenado, reza la Santa inquisición de las ideas.
Con esta oscuridad nos han criado y en esta oscuridad hemos crecido. Nos alquilaron nuestro destino y nos rentaron nuestras pasiones. Nos obligaron a no ver, a no sentir, a no sentirnos. Vaciaron los puentes que nos unían al abismo. Al vértigo de creer que todo esta estallando cada dia y que somos partes encarnadas de ese estallido en los cuerpos sociales.
El artista hoy ya no es quien crea musicalidades imposibles, melodías inauditas, no es el que le da un nuevo nombre a lo innombrable. El artista hoy es quien musicaliza esta larga fiesta del saqueo del que somos rehenes. Es el que distrae a los manipuladores de conciencia cuando se sientan a descansar luego de la ardua y oscura labor de adormecernos. El primero es perseguido,prohibido y vedado. El segundo, aplaudido por las hienas.
Por eso seguimos agazapados y listos.
Para salir a los gritos a desnudar nuestra belleza.
A Iluminar con nuestra furia, todavía latiendo, la oscuridad con la que quieren corrompernos.

lunes, 15 de junio de 2009

Otra mañana



Salió del laberinto de chapas.
Rumbo a la nada.
El llanto del hambre acompaño su salida.
El silencio del día recién despertando.
El estomago vació.
El Dolor de caminar a la deriva..
El olor a mugre acumulada.
Pendejos desnudos
Hundidos en el barro.
Perros raquíticos.
Renqueando con el ojo colgante
mirando el agujero.
Del Tiempo.
Hundido
Hundiendose.

Otra mañana.
Buscando entre los escombros.
Entre tics de histeria y alaridos urbanos.
sombras agazapadas,
esquizoides.
Con soles metálicos quebrándose al unísono.
La calle llena de ojos
Mirando sobre ojos.
Que se desnudan en párpados maquillados,
Descoloridos.
En un espejo sin imagen.
Donde la cámara SE DETUVO.
Rompió el silencio.
Se detuvo mirarse a si misma.
A hurgar dentro de si.
Sin reflejo.

Otra vez la avenida opaca de siempre.
Los viejos sentados al sol.
Babeando lo que ya sucedió… hace tiempo.

Los trenes de piedra.
El desierto de asfalto.
La lejana redención de lo desconocido.
Una pequeña plegaria liquida.
En el fondo de l vaso.
Roto.


Oler el mundo otra vez.

Él ultimo baldío y el recodo.
Las gitanas de la noche.
La música.
Nada más.
Nada más.