lunes, 7 de diciembre de 2009

RESURRECCIÓN








La poesía entra en el sueño


como un buzo en un lago.


La poesía, más valiente que nadie,


entra y cae


a plomo


en un lago infinito como Loch Ness


o turbio e infausto como el lago Balatón.


Contempladla desde el fondo:


un buzo


inocente


envuelto en las plumas


de la voluntad.


La poesía entra en el sueño


como un buzo muerto


en el ojo de Dios.


Roberto Bolaño



De a poco, bien por lo bajo pero con suma dignidad, el chileno Roberto Bolaño puede afirmar que es uno de los escritores más relevantes de la Latinoamérica actual. No tan erudito y performer como Ricardo Piglia, ni tan descabellado e iluminado como César Aira, sus historias viven con un ojo en el mundo de la literatura y otro en los fragores de la vida cotidiana.



Nacido en Santiago de Chile en 1953, Bolaño ha llevado una existencia bastante trashumante. A los 15 años estaba viviendo en México, donde comenzó a trabajar como periodista y se hizo troskista.


En el 73 regresó a su país y pudo presenciar el golpe militar. Se alistó en la resistencia y terminó preso. Unos amigos detectives de la adolescencia lo reconocieron y lograron que a los ocho días abandonase la cárcel.


Se fue a El Salvador: conoció al poeta Roque Dalton y a sus asesinos. En el 77 se instaló en España, donde ejerció (también en Francia y otros países) una diversidad de oficios: lavaplatos, camarero, vigilante nocturno, basurero, descargador de barcos, vendimiador. Hasta que, en los 80, pudo sustentarse ganando concursos literarios.


A fines de los años 90 la suerte empezó a estar de su lado: Los detectives salvajes (1999) obtuvo el premio Herralde y el Rómulo Gallegos, considerado el Nobel de Latinoamérica, que alguna vez se llevaron a sus casas García Márquez y Vargas Llosa.

domingo, 6 de diciembre de 2009

Las voces







Si las voces llegaran de pronto.


Si se callaran los alaridos.


De pronto.


Si todo quedara en silencio.

Quedara Callado.










Si los laberintos.


Esos extraños caminos.


Con olor a noche colgando


Se Extinguieran de pronto.








Si las Gargantas murmuraran



Pajaros en el fondo del mar...



Llamandonos




desde lo  que esconde cada fuga.


Cada muerte.


Cada cercanía de lo absurdo.






Ese  dormir al sol


Y dejar que la arena se hunda en el mar.


Nuestros ojos atravesando el horizonte .


Las mandíbulas del agua


Taladrando .


La carne


Taladrando.






Corriendo entre mareas andinas.


En sueños colaterales.


Nubes de gas-




Y el temblor llegando.