lunes, 12 de diciembre de 2011

     
 EL TERROMOTO DEL INSTANTE

        Un fantasma recorre europa.El fantasma de la crisis. El famoso paraíso del estado benefactor se derrumba con su socio, el Tío Sam. El estallido de partículas esta llegando y  marcando un tremenda línea divisoria. Favelas amenazan con retocar los suburbios de las grandes ciudades europeas .Un maquillaje de indigencia solo conocida por el “otro “mundo, los rodea. Si la Caída del  muro de Berlín a principios de los 90 genero un cambio cultural y político sin precedentes, la crisis financiera  mundial va a revolucionar todos los esquemas vigentes, todas las instituciones y todos los actores que forman parte de la escena global. En los últimos 40 años la respiración del mundo se vio controlada por el sueño del paraíso  posible, la lujuria y el confort eran las imágenes paganas de ese sueño Dorado. Pero algo fallo y la chispa se encendió. Pequeña aun pero latente.
   Se empieza a tejer una nueva anarquía. Los que tenemos voz pero  nunca fuimos aceptados o escuchados decimos: basta. Sabemos que  la maquina esta quedando sin combustible, y ya no escupe tantos semi seres, que creen en la redención segura, en el " éxito" y en la salvación de la sagrada cofradía del dinero. Dios se exilio a algún rincón del Infierno para no mirar la catástrofe.
  Y en el medio de ese Caos late el  llamado de los tambores. Algo dormido se respira en la selva urbana, algo vegetal, salvaje, nuevo. La calle huele a noche inmensa, a abismos  de perfumes, a endorfinas de otros bosques.
  El sueño latinoamericano del Primer mundo se apaga. Hay miles y miles de lobos pululando en cada rincón, con sed y hambre de expresión; en este caos, recreado al vértigo en su estadote maxima pureza . Cada día más atados a la conspiración subversiva  de la creación, buscando un sentido  o no, simplemente para  oler el perfume del cosmos, lo que nos conmueve.
 Esa es la línea trazada que sirve al alumbramiento, una línea que empieza por romper mordazas, por apagar silencios y abrir a lo desconocido los puentes necesarios  como  experiencia de conocernos.
    Todavía sin respuestas, con miles de preguntas nuevas. Así como las huellas en la playa son la efímera unión entre el pie y la arena, quiero caminar. Sabiendo que los vientos de cambio puede hacer de  mis  aforismos meras búsquedas inexactas e irrelevantes. Camino.
¡Qué terrible es la juventud, años y días y horas anhelando lo que no tengo!
  Quiero intentar arrancarle los secretos al agua.El pasado del mundo todavía vibra  como un terremoto bajo la superficie del  instante. Tengo el tiempo y estoy  lisérgico de vida. Sabiendo  que nada me garantiza ser escuchado. Pero tengo el coraje suficiente para gritarlo, desde las alcantarillas.