sábado, 12 de septiembre de 2009

EL VAMPIRO



15 años despues




Hace Tiempo que estoy aletargado.
Duermo en la Oscuridad más voraz.
Estoy confuso y debilitado.
Las cicatrices todavía sangran,
Los recuerdos del pasado no regresan,
Y mi antigua humanidad esta muerta y olvidada.

A veces,
En sueños.
Hago grandes viajes al corazón del Dolor.
Estoy destrozado por el odio.
Le miedo se aferra a mis ojos.
Le tema al sol de la mañana
Y me acurruco.
Imperceptible.
Al olvido.

Mi Tiempo de Vida y caza es la noche.
Mi amiga vital y luminosa,
Rica en espasmos sangrientos,
Rica en perlas enrojecidas.
Ella me abraza, se apega a mi
Calma mi Sed.
Me alimenta.
Sus ejércitos me siguen como a un Líder.
Como al Profeta de Angustia.
El Príncipe del Terror.


Soy un sonámbulo leyendo el silencio de la eternidad.
Un ciego desvencijado.
Un espectro sin latido.
Para mi la luces no tienen matices ni brillos.
El silencio no tiene eco, esta muerto, tuerto.

Soy el creador de una nueva raza neutra.
Mis servidores los muertos
Me siguen incondicionalmente.
Y mientras el cielo estrellado se viste de tragedia.


Yo enfermo cada día más.
La soledad me desVasta,
Mi celda se cierra
Como una mano en mi cuello.
Me ahoga.
Me atrapa, no me suelta.
Me condena.
Por Dios.
Auxilio.


Ahora estoy atacado por una acceso febril.
AL mitad del poblado a sido incendiado.
Las niñas ya fueron violadas.
Los niños más fuertes están alimentando a mi gente.
Montañas de cadáveres se acumulan en las plazas.
Nadie sobrevivirá a mi Furia,
Nadie lo juro,
Ni un solo ser vivo subsistirá.
Mi venganza será conocida por los viejos hijos de estos viejos.


En Fin.
Cuando mi cólera se aplaque me recostare a descansar unos siglos.
Hasta que un Nuevo Amanecer me despierte.
En mi casa.
La Inmortalidad.